Croquetas de atún

Ingredientes:

2 latas de atún desmenuzado al agua

 1 unidad de huevo

 1 taza de pan rallado

 1 puñado de perejil (opcional)

 ½ taza de cebolla picada en cuadraditos

 1 pizca de sal

 Aceite para freír

Preparación: 

1.- Lo primero que debes hacer para empezar a preparar las croquetas de atún es escurrir el agua del atún en lata. Cuanto más seco quede el atún más compactas serán las croquetas caseras. Para mayor precisión y comodidad, puedes utilizar un colador.

2.- Una vez escurrido, coloca el atún en un recipiente grande y resérvalo un momento. Pica finamente la cebolla, coge una sartén, pon aceite a calentar y, cuando esté caliente, sofríela hasta que esté transparente. Retírala y mézclala con el atún y el perejil. Este último ingrediente no es imprescindible pero sí dará un toque de sabor a las tortitas de atún.

3.- Añade el huevo e intégralo en la mezcla anterior para que se unan todos los ingredientes de las croquetas de atún caseras. Si lo prefieres puedes incorporar el huevo a la mezcla sin batir y romperlo con todos los ingredientes o batirlo previamente, como te sea más cómodo. Agrega, también, un poco de sal al gusto si lo deseas.

4.- Una vez terminada la mezcla, ves cogiendo porciones, haz bolitas y aplástalas para dar a las croquetas de atún forma alargada. Luego, rebózalas por el pan rallado y ya estarán listas para freír.

5.- Para freír las croquetas de atún caseras, lo más aconsejable es usar aceite de girasol, pero si no dispones de él puedes utilizar de otro tipo. Deberás verter en una sartén el aceite suficiente para cubrir por completo los fritos de atún, de esta forma no será necesario darles la vuelta y se freirán de manera uniforme. Cuando el aceite esté caliente, coloca las croquetas con cuidado y retíralas cuando estén bien doradas.

6.-  Para retirar el exceso de aceite colócalas sobre papel absorbente unos minutos. Como ves, se trata de una receta de croquetas de atún muy sencilla y rápida, ahora si, buen provecho.

La música criolla

 Este 31 de octubre se celebra el Día de la Canción Criolla, una festividad en la que miles de peruanos le rinden homenaje a lo mejor de este género musical en el país.

Y es que, con el pasar de los años, la música criolla ha cobrado una mayor notoriedad y relevancia, al punto de representarnos a nivel mundial y ser considera nuestra música bandera.

Pero, ¿Cuál fue el origen de este género y cómo fue la primera celebración? César López, vicepresidente de Peruvian Experience, detalló este y otros aspectos importantes que todo buen criollo debe conocer.

A inicios del siglo XX los músicos e intérpretes limeños comenzaron a fusionar elementos musicales como el vals vienés, la jota española, las melodías prehispánicas peruanas y los ritmos afroamericanos. Por tal motivo, la música criolla es definida como, “música mestiza”. De esta manera, nació un nuevo género musical con canciones que solían interpretarse en festividades populares, para luego expandirse a lo largo del territorio peruano.

Historia del señor de los Milagros

 La llegada de los esclavos negros al Perú se remonta al año 1528, pero alrededor del año 1650, los negros angolas, que trabajaban como esclavos en la zona de Pachacamilla, se asociaron y levantaron su cofradía en dicho lugar.

En una de las paredes de adobe de la cofradía, un esclavo negro natural de Angola y de nombre Benito o Pedro Dalcón dibujó la imagen de Cristo Crucificado sin haber tenido estudios de pintura o conocimientos sobre el tema. Simplemente lo hizo por su inmensa devoción a Cristo.

Cabe mencionar que la imagen fue hecha en una pared tosca y pintada cerca de una acequia de regadío. No tenía un acabado perfecto, pero era la pintura que los esclavos angolas adoraban en sus ratos libres y le atribuían varios milagros.

El 13 de noviembre de 1655, cinco años después de haberse creado la cofradía, alrededor de las 14:45 horas, un fuerte terremoto azotó Lima y Callao. El desastre natural trajo consigo el derrumbe de mansiones, casonas, templos, y dejó pérdidas humanas y numerosos damnificados.

La cofradía estaba hecha de adobe y, como era de esperarse, todas las paredes del recinto se derrumbaron menos una. La pared donde se dibujó a Cristo quedó intacta, sin ningún tipo de resquebrajamiento, a pesar de ser una pared débil y sin mucha fuerza para soportar el violento movimiento telúrico.

Señor de los Milagros

Mi leyenda creada

 

La casona de las serpientes

 

Se dice de que hace mucho tiempo, en aquella casona, vivía un señor que era muy rico, gracias a la herencia que le dieron sus padres, este recién había llego a Moquegua, así que decidió mandar a construir una casa para que el pueda vivir, aquella casa que hicieron era magnifica, tenia muchos cuartos, un piso de cerámica, muchos adornos, pero lo que mas resaltaba de esta casa, fue de que  en las afueras de esta, habían serpientes que estaban unidas, eso le daba un toque hermoso, la casa era digna de un rey o reina. Este señor al ser rico tenia muchos enemigos, entre ellos estaba su hermano mayor, el cual le tenia mucha envidia, ya que recibió menos herencia que su menor hermano.

Una tarde tranquila, el señor se encontraba en su sala, leyendo mientras que tomaba una tasa de te, estaba completamente relajado y despreocupado, o eso era lo que pensaba el, pasado los minutos alguien toco su puerta, el todo preocupado fue a ver quien era y vaya sorpresa que se llevo al ver que era su hermano mayor, el pregunto que hacia ahí, a lo que este le dijo que fue a visitarlo, entonces lo dejo pasar, el hermano mayor fascinado al ver su casa dijo: “Hermano, me quedare por estas zonas durante algunos días aparte de que así puedo compartir contigo”, el hermano menor acepto, pensó que seria una buena semana, pero el hermano mayor no lo tenia planeado así, el decidió de que lo iba a matar, para que se pueda quedar con la casa y con su fortuna. Pasaron los días, compartiendo entre hermanos, hasta que una noche oscura, el hermano mayor decidió ejecutar su plan, este decidió de que seria una muerte rápida y sin dolor, así que sin pensarlo, agarro una pistola y le disparo a su hermano menor, el cual falleció, el hermano mayor decidio celebrar ya que tendría una hermosa casa y mucha fortuna, antes de empezar a celebrar, decidio esconder el cuerpo, este llevo el cuerpo de su hermano al sótano donde lo dejo ahí para siempre.

Algunos años pasaron, el hermano  mayor vivía en su magnifica casa, con su fortuna, este se puso a recordar cuando asesino a su hermano, el nunca se arrepintió de haberlo hecho y dijo: “Si mi hermano estuviera vivo, lo mataría otra vez.” Grave error que fue decir esas palabras. Cuando el hermano se disponía a dormir, escucho unos ruidos, pero este lo ignoro, pasaron los días y este estaba asustado, ya que en su casa estaban sucediendo cosas paranormales, se caían las tazas, escuchaba ruidos extraños, las cosas desaparecían de su lugar, etc. Decidio llamar a un sacerdote para que lo ayudara, en cuanto vino el sacerdote reviso todo el lugar y pregunto si alguien había fallecido aquí, a lo que el hermano respondió de que ahí se había suicidado su hermano, el sacerdote dijo que lo estaba pasando ahí, era de que el hermano menor lo estaba asechando y que solo las almas lo hacen cuando el alma esta en deuda con alguna persona, después de decir eso, el sacerdote se retiro. El hermano estaba preocupado, ya que tenia la carga encima de haber asesinado a su hermano y que lo estaba asechando, pasaron las semanas y lo seguía asechando, cada vez era peor y peor, al pasar esto, el hermano mayor con todo lo que paso, decidio suicidarse para ya estar en paz.

La casa se quedo sola, pero dicen las personas que han intentando vivir ahí, que se sienten las almas de dos personas y que por eso se les hace imposible dormir ahí.

La leyenda del pishtaco

 La leyenda del “Pishtaco” viene de la tradición andina, según los entendidos nace en la frontera entre Perú y Bolivia en Puno, durante la era de la conquista y luego cobra mayor fuerza en la colonia y fue esparcida por los españoles que llegaron a esta tierra, por oro y otras riquezas.

Algunos literatos han comparado al “Pishtaco”, con el vampiro, es que la palabra “Pishtaco” proviene del quechua pishtay (cortar en tiras) y es un asesino (a sueldo) que surge entre la población de Puno, Junín, Huancavelica, Cuzco, Ayacucho, Apurimac, Pasco, es decir de los lugares donde hay riqueza minera y donde antes de la llegada de los españoles se practicaba la Mita, que no es otra cosa que un sistema de trabajo a favor del Estado incaico destinado a las tierras del dios Sol que implicaba la construcción de centros administrativos y templos,.

Según Tauro del Pino (escritor, bibliógrafo y bibliotecario) que vivió de 1914 a 1994, el “Pishtaco” e se habría tratado de un bandolero cuya ocupación es asaltar mujeres u hombres solitarios.

Así degolla a sus víctimas para comer su carne en forma de chicharrones y vender la grasa, un “Jack, el destripador”, en su versión andina.

Esta figura aparece en la tradición quechua, ya en épocas prehispánicas había lo que hoy son los sicarios enviados por grupos poderosos o etnias rivales para eliminar a personajes importantes o simplemente atemorizar a la población.

En las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma se menciona la figura del “Pishtaco” con el nombre de “Naqak” esto en Cuzco, donde se narra la agresión que los indígenas hicieron sentir a un grupo de betlemitas (integrantes de una orden religiosa) acusándolos de ser “Pishtacos”, pues se dice los frailes perpetraban secuestraban a quienes extraían la grasa para elaborar los ungüentos con que curaban en el hospital que ellos tenía al costado de su iglesia y el monasterio.

Leyenda, demonio o sicario lo cierto es que nunca juegues o invoques a quien acecha en la sombra de los andes.

La leyenda de los hermanos Ayar

Cuenta la leyenda que de una cueva del monte Tampotocco salieron cuatro hermanos y sus esposas: Ayar Manco y la Mama Ocollo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y Ayar Auca y Mama Huaco.

Fueron hacia el noreste en busca de tierras fértiles. En el camino, Ayar Cachi fue engañado y regresó a la cueva, donde fue encerrado. Los demás continuaron avanzando hasta llegar a la montaña Huanacaure.

Encontraron un ídolo de piedra aquí, y cuando Ayar Uchu estaba sentado en él, estaba petrificado. El resto descendió al valle del río Watanai, pero Ayar Auca continuó, y cuando llegó, se convirtió en una roca. Ayar Manco estableció aquí el Cusco Inca y construyó un templo para el dios sol, lo llamó Inticancha.